Cuando me puse a diseñar mi cocina con ese estilo escandinavo que tanto quería, me enfrenté a la clásica pregunta: ¿cuarzo o granito? Las encimeras son un elemento crucial y quería asegurarme de tomar la mejor decisión. Ambos materiales tienen sus ventajas, pero es fundamental entenderlos bien antes de elegir.
El cuarzo, conocido por su variedad de colores y patrones, es una piedra de ingeniería que mezcla cristales de cuarzo con resinas y pigmentos. Es decir, es un producto industrial en un 90-93%. Lo que significa que, a diferencia del granito, puedes encontrar un sinfín de opciones de color, desde los más naturales hasta los más extravagantes. Además, lo que me impresiona del cuarzo es su resistencia a las manchas; una gran ventaja para alguien que ama cocinar tanto como yo. ¿Sabías que es no poroso? Eso significa que no absorbe líquidos y es menos propenso a desarrollar bacterias.
Por otro lado, el granito es una roca natural extraída directamente de la tierra, lo que le da una belleza única e inigualable. Ninguna pieza es exactamente igual a otra, lo que le da ese toque especial que solo la naturaleza puede ofrecer. Las encimeras de granito suelen ser más baratas que las de cuarzo, especialmente si eliges tonos más comunes. Obviamente, me encanta que sean resistentes al calor, algo que valoras cuando trabajas con ollas calientes. Sin embargo, es ligeramente poroso, lo que implica que requerirá sellado periódico. Pero piénsalo, una vez al año es todo lo que necesitas.
Recuerdo haber leído un artículo que mencionaba que las encimeras de cuarzo pueden costar entre un 20% y 30% más que el granito debido a su proceso de fabricación y a las resinas utilizadas. Aunque el coste inicial del cuarzo es más alto, su durabilidad y bajo mantenimiento pueden compensar su precio. Uno de mis amigos trabaja en una empresa de diseño de interiores y siempre menciona que las cocinas con encimeras de cuarzo tienen un valor de reventa más alto. Me dice que es como una inversión a largo plazo.
Al final, si te importa la estética escandinava, y te gustan los colores uniformes y sobrios, quizás el cuarzo se alinee más con esa visión limpia y minimalista. Pero si, como yo, sientes un profundo aprecio por la naturaleza y prefieres la belleza auténtica e imperfecta, el granito podría ser tu elección ideal. Además, ambos materiales son muy duraderos y funcionales, por lo que, en última instancia, mi decisión se basó en mi presupuesto y en mis preferencias estéticas.